Vida del Pasado

Esponja fósil de hace 510 millones de años

Published by Rene Alvarado under on 16:27


Científicos de las universidades de Zaragoza, Valencia y Complutense de Madrid han descubierto en la pequeña localidad zaragozana de Murero una nueva especie de esponja fósil de hace más de 510 millones de años, el primer registro de este tipo de fauna que aparece en Europa.
El descubrimiento de esta nueva especie, denominada Leptomitus conicus, en el yacimiento cámbrico de Murero ha sido realizado por investigadores del grupo Patrimonio y Museo Paleontológico de la Universidad de Zaragoza, junto con otros de las de Valencia y Complutense, y se ha publicado en la revista inglesa 'Palaeontology'.

La nueva especie de esponja, pequeña y de aspecto cónico, vivía anclada sobre los fondos blandos de una extensa plataforma marina de la que formaban parte los estratos cámbricos de Murero. Las frágiles esponjas cámbricas sólo fosilizan en condiciones excepcionales, siendo éste el primer registro de este tipo de fauna que aparece en Europa, lo que ha permitido conocer mejor la distribución biogeográfica de este grupo, que se creía que estaba restringida a Estados Unidos, Canadá y China.



El yacimiento de Murero, considerado la "capilla Sixtina de los trilobites cámbricos", es famoso por la abundancia y diversidad de las especies de este grupo fósil de las que se han inventariado, sólo en esta área, ya más de setenta.

El artículo que publica 'Palaeontology' está firmado por Diego C. García-Bellido, del Departamento de Paleontología del Instituto de Geología Económica, del (CSIC-UCM); por Rodolfo Gozalo y Juan B. Chirivella Martorell, del Departamento de Geología de la Universidad de Valencia, y por Eladio Liñán, de Departamento de Ciencias de la Tierra, Universidad de Zaragoza. El Grupo Patrimonio y Museo Paleontológico, dirigido por el profesor de la Universidad de Zaragoza Enrique Villas, es uno de los equipos de investigación universitarios reconocidos por el Gobierno de Aragón y está adscrito al Departamento de Ciencias de la Tierra de la Facultad de Ciencias.



Su objetivo general es el estudio del patrimonio paleontológico de Aragón y su proyección museística y presenta distintas líneas de investigación que, en general, estudian las faunas marinas y la flora durante los últimos 600 millones de años en Aragón. Una de estas líneas analiza los cambios climáticos durante el Ordovícico, especialmente el registro en Aragón de la glaciación que tiene lugar al final de este periodo.

Otra línea de investigación estudia las floras de la Era Mesozoica, especialmente las representadas en Aragón, y otra línea analiza los invertebrados marinos de edad jurásica. En este Grupo Patrimonio y Museo Paleontológico se engloba también la línea de investigación liderada por el profesor Eladio Liñan, que estudia la explosión de la vida durante el periodo Cámbrico y que ha sido el que ha localizado la "Leptomitus conicus".

Científicos chilenos realizan importante hallazgo paleontológico en la Antártica

Published by Rene Alvarado under on 19:47

Imagen:El Dr. Alexander Vargas, de la Universidad de Chile, explica que los hallazgos “son importantes pues este proyecto, denominado Evolución Geológica y Paleontológica de las Cuencas de Magallanes Y Larsen en el Mesozoico y Cenozoico: Fuentes de sus Detritos y Posibles, “tiene entre sus objetivos comparar los organismos fósiles identificados en Antártica con otros semejantes encontrados en Chile y así dar cuenta de antiguas relaciones biogeográficas entre nuestro país y el Continente Blanco”.


Los investigadores regresaron a fines de febrero a Santiago para preparar y estudiar los fósiles  en los laboratorios de la Universidad de Chile y el Museo de Historia Natural para estimar si pertenecen a especies ya conocidas. “Pero ya es posible reconocer el descubrimiento de algunas especies nuevas, de peces cartilaginosos semejantes al pejegallo”, añade el paleontólogo Alexander Vargas.


Según comenta el Dr. David Rubilar, líder de la expedición e investigador del Museo de Historia Natural, junto a estos reptiles marinos se encontraron abundantes restos de otros organismos, incluyendo tiburones gigantes, diversos moluscos (como los Nautilus, que viven actualmente en zonas cálidas), ammonites y troncos petrificados de antiguos bosques costeros.


Del plesiosaurio se encontraron restos de vértebras, costillas y elementos de las aletas. Además, por primera vez se identificaron fósiles de la familia Elasmosauride. Estos reptiles marinos podían llegar a medir 15 metros de largo. En tanto, del mosasaurio hallaron dientes, costillas y también vértebras. Ellos eran reptiles pero emparentados a los actuales dragones de Komodo. Podían llegar a medir más de 10 metros.


“Los descubrimientos dan cuenta de condiciones climáticas y ecosistemas muy diferentes a los actualmente hallados en Antártica. Se estima que la Antártica en ese tiempo tenía condiciones climáticas semejantes a las encontradas hoy en zonas subtropicales”, explica Rubilar.

En otro aspecto importante de esta segunda campaña antártica, son los descubrimientos que incluyen los primeros registros de ciertos tiburones que no se conocían para la Antártica. Corresponden a los géneros Cretalamna y Centrophoroides. “Hemos encontrado un tesoro, que en su conjunto nos permitirá explicar la historia natural de esta parte del mundo”, dice David Rubilar.

La expedición no estuvo exenta de dificultades, debido al mal clima en la isla, siendo necesario un rescate de emergencia por parte de la Armada de Chile, a través del rompehielos “Almirante Óscar Viel”. Las jornadas de trabajo duraban ocho horas diarias y más, recorriendo grandes extensiones de esta gran isla. El equipo además estuvo compuesto por los paleontólogos Rodrigo Otero, Roberto Yury, Andrea Llanos; los geólogos Cristian Ramírez, Joaquín Bastías y la Dr. Ingrid Hebel, experta en genética de poblaciones de la Universidad de Magallanes.

Este proyecto fue parte de la XLVIII Expedición Científica Antártica organizada por el Instituto Antártico Chileno (INACH) y es dirigido por la doctora Teresa Torres, de la Universidad de Chile y es financiado por el Programa de Investigación Asociativa de Conicyt  e INACH.

Hallazgo en Argentina de huevos de dinosaurio únicos en su tipo

Published by Rene Alvarado under on 11:42



(NCYT) Lo que hace único al descubrimiento son los dos huevos conservados cerca de los huesos articulados de las patas traseras. Ésta es la primera vez que se encuentran huevos tan cercanos a los restos óseos de un dinosaurio miembro de la familia Alvarezsauridae.


El estudio, llevado a cabo por el equipo de Fernando E. Novas del Museo Argentino de Ciencias Naturales, Federico L. Agnolín de la Universidad Maimónides en Buenos Aires, Jaime E. Powell del CONICET en Argentina, y Martin Kundrát de la Universidad de Uppsala en Suecia, confirma que estos dinosaurios estuvieron presentes en América del Sur hasta finales del Cretácico.


El dinosaurio representa el último superviviente de su tipo de Gondwana, el supercontinente austral de la Era Mesozoica. La criatura pertenece a uno de los grupos más misteriosos de dinosaurios, la familia Alvarezsauridae, y es uno de los miembros con mayor talla corporal (2,6 metros) de la familia. Fue descubierto por Powell, pero ahora se le ha descrito y dado el nombre de Bonapartenykus ultimus en honor del prestigioso paleontólogo argentino José Fernando Bonaparte, quien en 1991 descubrió en la Patagonia el primer ejemplar de esta familia.


Huevos de dinosaurio
Ilustración sobre el Bonapartenykus ultimus. (Foto: Gabriel Lio)

Los dos huevos encontrados junto a los huesos durante la expedición pudieron haber estado dentro de los oviductos de la hembra de Bonapartenykus ultimus cuando el animal pereció. Por otro lado, las características de numerosos fragmentos de cáscara de huevo sugieren que al menos algunos de los huevos fueron incubados y contuvieron embriones en una etapa avanzada de su desarrollo.


Martin Kundrát analizó las cáscaras de huevo y constató que no pertenecían a ninguna categoría conocida de la taxonomía basada en la microestructura de la cáscara del huevo. Por tanto, se creó una nueva familia de huevos, la Arraigadoolithidae, nombrada en honor del propietario del terreno en el que fue descubierto el ejemplar, Alberto Arraigada.


Los terópodos de la familia Alvarezsauridae eran dinosaurios pequeños (con tallas de entre medio metro y 2,5 metros), bípedos y con plumas. Se han encontrado restos de ellos en Asia y en América del Norte y del Sur. Tenían un cráneo similar al de las aves, mandíbulas con dientes diminutos, extremidades delanteras cortas aunque robustas, y garras enormes.